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Bajar la edad de imputabilidad es generar un nuevo problema

Para todo uruguayo la inseguridad que se vive hoy en día es uno de los principales problemas. Es lógico, vivimos enrejados, con alarma y con temor. Estamos mal. Y el sistema político debe de tomar medidas para que comencemos a caminar en el camino correcto. El colectivo uruguayo, mayoritariamente, piensa que se están juntando firmas para bajar la edad de imputabilidad. Primer dato falso. Se está llevando adelante un proceso de recolección de firmas para convocar a un Plebiscito junto con las elecciones nacionales, el último domingo de octubre de 2014. Una de las preguntas naturales que nos surge es, si estamos todos de acuerdo que hay un problema con los menores infractores hoy. ¿Qué soluciona un plebiscito en 2014? Y ¿qué significa bajar la edad de imputabilidad?
Recordemos que a partir de los 13 años los adolescentes ya son punibles de delitos. Lo estipula el Código de la Niñez y la Adolescencia. Código que fue aprobado por el senado el 26 de agosto de 2004 y promulgado por el Poder Ejecutivo el 7 de setiembre de ese mismo año. Es decir, durante la administración del Dr. Jorge Batlle, presidente electo bajo el lema Partido Colorado (1). Ese Código, hoy tan vilipendiado, tan "blando", que entre otros aspectos prevé borrar los antecedentes de los menores cuando cumplen la mayoría de edad, lleva la firma, entre otros ministros de la época, de un tal "Juan Bordaberry", que no es otro que mismísimo Dr. Pedro Bordaberry, si, el mismo que en épocas electorales se hace llamar solo Pedro. Quien hoy se presenta como “mano dura”, cuando tuvo la oportunidad de hacer algo al respecto, hizo todo lo contrario.

La “solución“simplista planteada genera entre otros inconvenientes, que los menores que cometan delitos sean derivados como adultos a los centros penitenciarios como el COMCAR o el Penal de Libertad, verdaderas e inhumanas universidades del delito.
Recordemos la opinión de los especialistas, por ejemplo el Profesor Vincenzo Mastronard, Titular de la Cátedra de Psicopatología Forense y Director del Observatorio del Comportamiento y de las Desviaciones de la Facultad de Medicina "Sapienza", Universidad de Roma, vino a Montevideo invitado por la UDE a dictar una conferencia sobre minoridad infractora. Su posición fue tajante. 'La solución no está en bajar la edad de imputabilidad' (2)
El 19 de abril en el diario Últimas Noticias, Jorge Ruibal Pino, Ministro de la Suprema Corte de Justicia, advirtió que bajar la edad de imputabilidad penal no dará soluciones a la problemática de la inseguridad pública y aumentaría la superpoblación en centros de reclusión de menores y mayores de edad.
Además aún no lo hemos escuchado en este debate nada sobre el proceso de infantilización del delito. Si los jóvenes de 16 a 18 años van a ser tratados como adultos eso llevará inexorablemente a que las organizaciones delictuales comiencen a “utilizar” a adolescentes de 13, 14 y 15 años. O sea, no se habrá logrado nada, o lo que es peor, se dará campo fértil para que se cree un nuevo grupo de “inimputables” que serán entrenados y utilizados para realizar todo tipo de delitos y ya serán casi niños quienes sean el “nuevo problema”. Como ha pasado en otras partes, ejemplo Italia.
Y por mencionar a figuras del Partido promotor de esta medida, la Dr. Adela Reta o el propio Dr. Hugo Batalla, que tenían una clara postura contra la baja de la edad de imputabilidad.
Además, la propuesta impulsada plantea que el juez tenga en sus manos la decisión de interpretar si el adolescente es “consiente” de sus actos y a partir de eso juzgarlo como adulto. Pero, si llega ante el Juez un muchacho de 16 años, con la cabeza “volada” por la pasta base y una fuerte adicción a ella. ¿Qué interpretará el juez? Porque cualquier especialista le dirá que un adicto a esta droga difícilmente sea “consiente” porque tampoco es “libre”, sino que actúa bajo los efectos de drogas poderosísimas que le impiden el “sano juicio”.
Por otra parte, y lo más importante, el sistema político en su conjunto ha dedicado los últimos 6 meses a trabajar sobre acuerdos nacionales en materia de seguridad. Entre los temas sobre la mesa está el de mantener los antecedentes a los menores, crear el Instituto de Rehabilitación Juvenil (cárcel para menores) fuera de la órbita del INAU, penar la “tentativas” de hurto y de rapiña que hoy no están penadas, entre otros temas de vital importancia.
Ésta fue la manera que todos los partidos aceptaron para buscar y generar soluciones inmediatas a los notorios problemas que padece actualmente la sociedad uruguaya. Hay acuerdos sobre la mayoría de los temas y es una demostración de madurez del sistema político. Es ése el camino. No el de estigmatizar a los jóvenes, que por el contrario, es por quien menos se ha preocupado el Uruguay en los últimos 10 años (por lo menos).
Caer en la demagogia y un populismo absurdo es algo común entre los políticos. Presentarse ante la opinión pública como el portador de la solución a los problemas de la gente es demasiado tentador. El lineal razonamiento de: firmo, bajo la edad de imputabilidad y soluciono los problemas de inseguridad, es falaz. La verdad es que si firmo, con suerte tengo un plebiscito en octubre de 2014, para ver si bajamos o no la edad de imputabilidad y a partir de ahí esperar a que el juez actúe de cierta forma y ver en dos mil y pico si se solucionó o no el problema. ¡Para eso se está firmando!
Entendemos además, que si la ciudadanía se siente rehén de la inseguridad reinante, nada mejor que ser el conductor de este “tranvía llamado garrote” al que se suben connotadas figuras. Pero por más personalidades que se sumen, no nos mueven de nuestras ideas. Creemos en soluciones reales e inmediatas, por eso no firmamos. Debemos ocuparnos de la próxima generación, no preocuparnos por la próxima elección.



(1) Artículo del Prof. Federico Olascuaga
(2) Diario La República, miércoles 13 de abril de 2011