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Homenaje a Wilson Ferreira Aldunate


En primer lugar saludar a la familia de Wilson Ferreira, aquí presente, al honorable directorio que preside el Dr. Jorge Larrañaga, y agradecer que la juventud sea la voz que recuerda a este gran hombre, no es casualidad ni capricho, es entender fielmente el espíritu del homenajeado.
Saludar a los integrantes de la juventud Partido Nacional, y a los compañeros todos.


Es el recuerdo de este hombre lo que nos reúne esta mañana. Y tal vez todos los honores no alcanzan para homenajear a tan ilustre compañero, una de las más grandes figuras de nuestro partido y nuestro país. Wilson Ferreira Aldunate.Tal vez no tengamos recuerdos o vivencias personales para compartir pues no lo conocimos en vida, pero conocemos su sustancia. Conocemos el legado de Wilson, su lucha y sus sueños.

Hombre cabal que dedicó su vida a luchar por una causa, la de un país libre y democrático.

Vemos en Wilson al combatiente que se brindó por completo, que no se guardó nada a la hora de pelear por sus ideas. Que soportó con hidalguía los distintos y muy duros reveses de la vida, causados estos, en su inmensa mayoría por hombres desprovistos de grandeza, hombres que luego se cobijaron en el compromiso que él tenía con la patria.

Wilson sufrió la intolerancia, la violencia, el destierro la prisión y la traición. Y respondió con tolerancia, lucha, perdón, paz y gobernabilidad.

Wilson Ferreira fue un bastión de tolerancia en tiempos de violencia y un sembrador de futuro en tiempos de venganza.

Su figura nos exhorta a la militancia más desinteresada y a servir a la patria de la forma más honrosa.

Hoy los jóvenes tenemos tu mandato, pues tu imborrable presencia se levanta como un mojón en nuestro camino, mojón de honradez y rectitud.

Wilson enseñó que la libertad es una actitud no una circunstancia,
Interpretó su tiempo y a los de su tiempo, pero su grandeza estuvo –y está- en que supo ver más allá.

Fué interprete sí, pero fué también guía y conductor,

Vivió un presente, pero conjugó al país en futuro


Quien pretenda “medir” a Wilson sólo por las circunstancias coyunturales de un tiempo específico y determinado, se equivocará, tendrá una visión parcial y limitada de un hombre con la extraordinaria capacidad de encontrar siempre el horizonte.

Esa visión, le permitió ser el mejor interprete de su tiempo,
cada joven del Uruguay, tenía voz y era acción a través de su verbo.

Cada joven es Wilson pues Wilson supo pensar en cada joven.

Nos mostró que la patria no es un territorio sino la gente que vive y sueña en él.

Los jóvenes de su partido le expresamos gratitud, a este blanco que es de todos.

Pues las ideas por las que luchó, los sueños que soñó, somos todos nosotros, los jóvenes del ayer, los de hoy y sobre todo los de mañana.

Nos mostró que para los blancos la victoria no se mide en votos obtenidos,

en acumulación de poder, en tener la promesa como única herramienta.

La victoria no se mide cada cinco años,

Enseño que ser victorioso es servir a la patria con lealtad, cada día y todos los días. Ser blanco es soportar todo, si ese todo, es lo mejor para la patria.


Nos enseño a respetar la institucionalidad, las instituciones, fueran quienes fueran sus eventuales titulares. Supo distinguir lo nacional de lo partidario, espíritu patriótico lo llaman algunos, grandeza preferimos llamarla nosotros.

Evitaron que fuera presidente por no evitaron que fuera un estadista.

Tenemos un enorme desafío por delante, la noble tarea de plasmar tus ideas, así enderezar la historia, encauzar el futuro. Construir el país que soñaste, que nos mostraste que se podía,
Un Uruguay mejor, más justo, donde ser joven no sea una dificultad, donde progresar no sea sinónimo de emigrar, donde vivir en el interior no sea una condena, donde ser mujer no signifique luchar el doble para alcanzar los objetivos. Un país moderno, integrado, con oportunidades, donde se premie el esfuerzo


Por esto es que queremos hacer eco de tu voz, pues,

No nos desvela el ganar sino que valga la pena.


¡Como se te extraña hoy Wilson! Cuando definitivamente la esperanza se ha instalado en nuestros corazones, que el trabajo de tu siembra esta cosechando ilusiones. Que todos nosotros sentimos ese sueño, el tuyo, cada día más cerca.

¡Como nos reconforta hoy Wilson! Saber que tus alumnos nos guían el camino.

Firmes un tu huella, con la esperanza prendida en el alma y con más fuerzas que nunca, al mejor de los servidores de la patria le decimos:

así te recordamos, así te vivimos, así te soñamos

Que nuestra voz, la de los jóvenes militantes, rompa en el aire exclamando:

¡Viva Wilson, que es una hermosa forma de decir viva la patria!